domingo, 19 de diciembre de 2010

Prejuicios

Seguramente te debes haber estado preguntando qué pudo haber sucedido el 17 de septiembre de 2010 que pudo haber generado en mi esa sublevación contra el mundo.
Bueno, hoy es tiempo de contar algo dado que he estado desaparecido un tiempo. Y aunque se que nadie me lee, no está mal hacer un poco de catarsis.
El "día de mierda" fue un día de mucha tensión, había despertado temprano, se acercaba la hora de la verdad, el momento decisivo: Tenía que rendir...
Como los que son (o fueron estudiantes) sabrán, la experiencia de un examen es la peor por la cual un ser humano puede pasar. Empieza con un poco de culpa, porque siempre está el hecho de: pude haberme puesto a estudiar mucho antes. Luego seguimos con la cuenta regresiva, donde ya no sabemos qué más hacer para no tener que sentarnos a estudiar, dado que sabemos que vamos a caer en cuenta que no tenemos ni idea. Y por último llega la ansiedad, donde ya leíste todo lo que podías pero no estás seguro si todo eso que leíste quedó o no grabado en tu cabeza, y por lo tanto empiezas a repasar mentalmente todo eso que logras recordar, y hojeas el libro, y luego vuelves a repasarlo.
Bueno, como sabrás no sólo es algo mental, mueve todo el sistema de una persona... Es una experiencia terrible.
Obviamente podría pensarse que ésta fue una de esas veces, pero no. Fue mucho peor, porque ésta vez sí había empezado a estudiar desde mucho tiempo antes, me sabía todas las fórmulas, me conocía todos los modelos, hasta sabía chamuyar bien (pues entendí todo eso que leí).
Evidentemente dirán, bueno, entonces por qué fue un "día de mierda". Bien, le diré... Fue un día de mierda porque ya tenía dando vuelta en mi cabeza éstas ideas.
Resulta que está éste profesor, ingeniero en realidad, no hay persona menos pedagógica. Este ingeniero es una leyenda en la facultad, y como en toda leyenda, está el héroe y el villano. Bien, éste vendría siendo el villano. A todo ésto yo nunca había tenido el alago de rendir un examen con el señor, siempre milagrosamente tenía ésta segunda oportunidad.
Como vendrán suponiendo esta vez el señor no fue un obstáculo que logré eludir, claro que no. En esta oportunidad, esperando al titular de la cátedra, todos espectantes a la aparición de su rostro por la puerta del aula, hubo una decepción grupal, pues vimos sin más el rostro del demonio.
Aún con un halo de esperanza, yo pensaba, bueno, ya llegará el titular, sólo es cuestión de tiempo, tranquilo. Ingenuo yo. A continuación, cuando ya nada podía sorprenderme el señor empieza a contar a los alumnos; fue en ese instante en que se me fue el alma del cuerpo. Acto seguido saca dos hojas de su maletín, una con unas curvas y la otra con el examen.
-Ya estoy, de ésta no salgo con vida- Dije con agonía.
Pero la agonía no tenía fin, el susodicho salió del salón y fue a la fotocopiadora para sacar copias. Hacía años que debíamos haber comenzado, pero no, no podíamos estar más tranquilos.
Resulta que llega, reparte los parciales, y yo ya derrotado comienzo a leer...
-Ésto es imposible - viendo la curva -Es algo imposible de realizar - leyendo la primer palabra del punto número 1 -Ahora sí que no la contamos -Viendo los datos del circuito.
Resultado: quedé completa y rotundamente bloqueado. No tenía un hálito de vida dentro de mi, ya completamente indignado decidí copiar el parcial y salir del salón... Pues según dicen: soldado que huye, sirve para otra batalla.
Y me alegra decirles amigos que así fue...
Y el costo de desaprobar ese examen la verdad fue un ardite. Porque gané luego el valor para no dejarme vencer otra vez. Porque no era que no había estudiado lo suficientemente duro. El problema fue la falta de confianza que tuve en ese momento; pensé: este señor me va a aplastar. Pero no fue él quién me aplastó, fui yo mismo mediante mi propio pesimismo. En realidad era un examen muy fácil, el problema fue que yo me dejé llevar por los comentarios, fui prejuicioso. Los prejuicios son muy malos.
Así que aquí va un consejo, aún cuando todo parezca estar en tu contra, abre los ojos y mira más allá... Porque siempre un poco de confianza da el poder necesario para pasar ese obstáculo.
La confianza es lo último que se debe perder, y los prejuicios, lo primero.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Día de mierda

Próximamente más información...

miércoles, 10 de marzo de 2010

I am an AIESECer!!!

Hola a todo el mundo, estoy de vuelta, y con mucha energía para compartir con todos ustedes un año lleno de posibilidades.
Empecé las clases, empecé a trabajar con AIESEC y empecé a conectarme más seguidos... Estuve desaparecido por el hecho de que las vacaciones son el momento propicio para alejarme lo más posible de la luz que me estupidiza como a un insecto... The PC display!
Pero ya estando acá medio embobado... Les comparto un video de AIESEC...

Let's twist it!